miércoles, 16 de febrero de 2011

La Educación primero, ¡Por favor!

Por Herberto Rodríguez Regordosa

Después del interesante evento de toma de posesión de Rafael Moreno Valle, que por cierto pude seguir a distancia (aunque no es lo mismo), me parece que es tiempo para que los ciudadanos empecemos a sumarnos con propuestas; así que ni tarde ni perezoso me puse a escribir éstas líneas sobre lo que pienso debe ser un nuevo modelo educativo para Puebla.
Hace un par de semanas leía a Emilio Zebadúa sobre su visión coyuntural para que Puebla pueda crear un nuevo modelo educativo que sea un ejemplo a llevarse a escala nacional, con el eje estratégico de la calidad. Para Zebadúa la coyuntura fundamental está en que Rafael cuenta con un escenario histórico y político único que ha venido con la alternancia y con un consenso de todos los sectores (particularmente el magisterio, ¡Gracias Elba Esther!). Zebadúa menciona algunas cifras en las que Puebla ha salido bien evaluado (somos de los 10 más altos en matemáticas en Primaria), pero no propone en lo concreto el marco de referencia ni las acciones inmediatas para crear dicho modelo.
Un modelo educativo debe de partir de una visión de futuro para el Estado de Puebla, lo que implica tener muy clara la vocación de nuestro Estado y como dijo ayer Rafael “el lugar que Puebla quiere ocupar en México y en el Mundo”. Hoy por hoy tenemos muchas ideas ,pero no hay un consenso claro de a dónde queremos ir y sobre todo de quiénes queremos ser. Un ejemplo importante es lo que hicieron en el País Vasco creando una potente visión de su región y de sus ciudades; los resultados 20 años después son evidentes. La visión estratégica necesita trabajarse ya y lograr rápidamente un plan que se posicione en la mente de todos como una idea inspiradora. El modelo educativo que venga después se debe soportar primero, en un diagnóstico de cómo estamos, segundos en la visión propiamente dicha y finalmente (la parte difícil) en el qué, cómo y cuándo lo vamos a hacer para convertir la visión en una realidad.
Me imagino a Puebla como ciudad de las ideas, potente en el comercio, musculosa en su industria, con alta calidad en el diseño y en la vanguardia tecnológica. Me imagino una Puebla que destaque por su hospitalidad y en la que sea agradable vivir por la calidad de sus servicios. Me imagino a Puebla, que además de seguir exportando automóviles, comience a exportar cultura, tradición, gastronomía, servicios educativos, servicios hospitalarios y siendo ejemplo del cuidado del medio ambiente; esta es más o menos mi visión muy particular.
Así que los alumnos, desde que nos llegan a preescolar hasta que salen con sus posgrados, deben estar preparados para contribuir a construir la Puebla que deseamos. Este proceso se tiene que aterrizar con un modelo pedagógico que se pueda traducir en currículos pertinentes para garantizar que sucedan cosas diferentes y mejores en el aula y en todos los espacios educativos. Estos niños y jóvenes, tienen que ser los grandes técnicos, profesionistas, profesores, investigadores y empresarios que con el tiempo hagan la diferencia. Por supuesto que tenemos que aprovechar las tecnologías de información y comunicación para ir más rápido y desde mi punto de vista la educación tiene que ser cada día más internacional, pertinente, flexible y debe durar para toda la vida.
Una buena visión, la creación de un modelo educativo y pedagógico y buenos diseños curriculares serán un golpe de timón importante, sin embargo lo más importante es el cambio de actitud de todos. De las familias para impulsar a los niños y jóvenes a estudiar, del gobierno para proveer los recursos necesarios, de los directivos de las instituciones educativas para administrar bien y sobre todo de los profesores y maestros (bien pagados claro) para que vean con vocación de servicio su quehacer y sean ellos los que transmitan la visión, filosofía y valores de un modelo educativo de vanguardia. Tenemos que lograr grandes doctores, abogados, ingenieros (muchos ingenieros), diseñadores, profesores; que sean muy talentosos en su profesión, pero sobre todo que sean grandes personas, ambiciosas en sus metas personales, pero comprometidas con su Estado y con su Nación.
Hoy se hizo un escándalo en Twitter porque el programa de televisión de automóviles Top Gear británico presentó los autos de Mastretta diseñados en México; el comentario sarcástico de los conductores fue que el auto debería ser poco confiable, perezoso y flatulento; más allá de la broma, un estereotipo así sólo se cambia con una nueva educación y en una generación. Empecemos ahorita.

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