Por Herberto Rodríguez Regordosa
Hace algunos años, cuando era Presidente de la Coparmex Puebla, organizamos un evento de la Nueva Cultura Laboral; entonces, mi escasa experiencia traducida en ingenuidad, me puso en un gran aprieto: ya organizado el evento y convocados líderes nacionales, algunos de los sindicatos en Puebla se negaron a asistir. Recuerdo Don Leonardo Contreras de la CROM me dijo la frase: “Lo que viene, conviene”. Desde entonces la he incorporado a mi repertorio y hoy la uso para hacer una reflexión sobre los cambios de gobiernos que tendremos en Puebla en las próximas semanas.
A nivel estatal, Rafael Moreno Valle no tiene un arranque tan difícil. El gobierno de Mario Marín ha perdido tanto prestigio que peor, no puede estar. Así que el punto de partida del nuevo gobierno siempre será para arriba, para mejorar. Sin embargo esta “ventana de oportunidad” durará pocos meses y serán el estilo de gobierno y los resultados los que legitimen su poder y mantengan su bono democrático; no debe sucumbir a su pasado priísta y debe gobernar como un político fresco y de futuro. Considero a Rafael una persona preparada y capaz, la juventud juega a su favor; y aunque ambicioso, temperamental y sumamente exigente en los detalles, tiene operadores como Manzanilla que con mucha mano izquierda confío, sabrán amortiguar y manejar los tiempos y espacios políticos. Rafael ha comenzado con un equipo interesante, y suficientemente leales a su proyecto que no acaba con la Gubernatura de Puebla; pero al mismo tiempo no es un equipo tan homogéneo y nucleado tanto en sus orígenes como en su destino, tendrán que trabajar en ello. Las relaciones nacionales y las internacionales (algunas por construir) pueden ser también una buena ventaja; Puebla necesita colocarse en el ámbito nacional y mundial para atraer inversiones, provocar crecimiento y lograr el bienestar de sus habitantes. Hoy pienso que las ambiciones naturales de Rafael para pensar en grande respecto a su carrera política, son un aliciente para que haga bien las cosas durante su gobierno; sin embargo este enfoque acepto que puede ser muy frágil.
El Gobierno entrante debe plantear un proyecto integral a más de 6 años que garantice que Puebla no se desestabilice y mejore en temas de seguridad; que logre recuperación económica ,ya que nuestro PIB per cápita es menor que el promedio nacional y somos uno de los Estados más rezagados en Competitividad (lugar 24 según el IMCO). Tenemos que aprovechar el hecho de que Puebla tiene una buena capacidad laboral, buena industria y muy exportadora y que sigue siendo un Estado dónde abrir una empresa no es tan difícil y costoso. La dinámica del sector educativo, sobre todo el de Educación Superior, es relevante y puede ser una gran palanca para el crecimiento. Puebla es también potente en comercio al mayoreo y al menudeo y recientemente los sectores de entretenimiento y salud muestran comportamientos interesantes en generación de empleo y contribución económica. Tal vez debemos ser críticos en que el desarrollo del Estado es muy centralizado en algunas de las principales ciudades y que habría que apuntalar el desarrollo regional con mucho más ímpetu. En los temas sociales es grave saber que nuestra tasa de analfabetismo y de desnutrición infantil son de las más altas del País; Rafael debe tener gente muy potente para el desarrollo económico y a la vez gente muy sensible y conocedora de los temas sociales.
A nivel Municipio de Puebla, Eduardo Rivera tiene un panorama distinto. Por un lado sólo cuenta con tres años de gobierno y sabemos que es muy poco para dar resultados de impacto. Por otro lado la percepción social es que Blanca Alcalá no ha hecho un mal trabajo; sin hacer cosas espectaculares ha tratado de que la Ciudad de Puebla funcione bien y al ser mujer agregado a su estilo personal sencillo, ha salido bien parada. El punto de partida es más o menos alto para el equipo entrante, y aún así tiene que proponer algo interesante. Eduardo es un político de carrera, se ha preparado toda su vida para gobernar; es inteligente, receptivo y prudente. Creo que ha hecho un equipo muy consistente (sin ser el de las grandes estrellas), más bien se ha rodeado de gente que conoce hace muchos años y que coinciden en los principios fundamentales de lo que debe ser un buen gobierno. A los que conozco los considero gente honesta y trabajadora, que ahora tendrán que crecer para estar al reto de las circunstancias que la Ciudad de Puebla y sus habitantes exigen. Creo que Eduardo será también ambicioso, como todo político, respecto a sus objetivos personales y de su grupo.
Eduardo tiene que apostarse, desde mi punto de vista, por el ordenamiento del territorio en primer lugar. Puebla era una Ciudad hermosa y bien planeada hace unos 100 años. A partir de entonces el caos y la degradación urbana nos han puesto contra la pared; es necesario revertir hasta donde se pueda, pero sobre todo, generar las nuevas condiciones para el crecimiento estético y ordenado de la ciudad. ¡No más tinacos negros y cables como pasaje urbano por favor! Hay que elevar la calidad de los servicios públicos aprovechando la inversión público-privada y el fondo metropolitano que tiene el Gobierno Estatal. Menos baches, menos topes, más jardines, más espacios deportivos, mejor iluminación, menos basura; creo que es lo que la ciudadanía está pidiendo. No debemos dejar de lado la Seguridad Pública, mantener la ciudad en orden, aunque aquí el tema de incorporar tecnología es fundamental. Creo que hay que posicionar a Puebla como Ciudad Educadora y Ciudad de las Ideas como se ha demostrado exitosamente. Una o dos obras espectaculares le reforzarían, pero no pueden ser la esencia de su programa de gobierno.
Una preocupación importante que me pasa por la cabeza es la vertebración de la Sociedad Poblana para coadyuvar y para servir como peso y contrapeso de los gobiernos entrantes. Creo que los organismos empresariales deben relanzarse, continuar la actividad de grupos como Actívate y muy especialmente el Consorcio de Universidades que tiene que tomar una responsabilidad muy activa.. Los sindicatos de trabajadores y los grupos sociales y de colonos tienen mucho que decir, pero sobre todo mucho que hacer. El papel de la Sociedad es fundamental para llenar los espacios que se abren con contenido participativo y democrático
Los poblanos estamos viviendo por primera vez, la alternancia partidista a nivel estatal, suponemos incluso que con mayoría en el Congreso y paralelamente una alternancia continuada a nivel Municipio de Puebla que llegó para quedarse. Es cierto que estos cambios pueden generar cierta incertidumbre (como algunos ya hablan en el tema de la Seguridad Pública); pero insisto que lo que viene, conviene y que si Sociedad y Gobiernos trabajan juntos; a Puebla le tiene que ir mejor en los próximos años.
miércoles, 26 de enero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
¿Correo electrónico, Twitter o Facebook?
Por Herberto Rodríguez Regordosa
Carlos V decía "Hablo español con Dios, italiano con las mujeres, francés con los hombres y alemán con mi caballo. Su dicho viene al caso porque como hombre sabio, comprendía para qué debía utilizar cada una de las lenguas dado todas las regiones del mundo que gobernaba. Hoy en pleno siglo XXI sabemos que todos debemos hablar al menos ,nuestra lengua materna (gracias a Dios el rico Español) y el Inglés si queremos tener una vida profesional más o menos activa en lo internacional; pero en el día a día las distintas plataformas de comunicación que se han desarrollado con la llegada del Internet ,nos plantean un problema similar: ¿Para qué y con quién debo utilizar el correo electrónico, el Twitter ó el Facebook? , ¿El uso de cada plataforma es indistinto o existen diferencias importantes?
Tengo cuenta en las tres plataformas, a continuación describiré mi experiencia y daré mi opinión sobre las diferencias, no siempre sutiles, entre cada uno de estos nuevos medios de comunicación.
El correo electrónico sigue siendo para mí la plataforma más importante y seria; siempre que tengo que tratar temas personales y profesionales con cierto orden y profundidad, prefiero utilizar mi “e-mail”. El Outlook (Microsoft) me permite tener las bandejas de entrada de 4 correos electrónicos distintos y puedo sincronizar todos mis equipos. En el correo debemos poner en el asunto lo más que podamos que describa por qué lo escribimos; luego tendremos en pocas líneas, tratar de transmitir el mensaje y si es necesario, agregar los archivos que se requieran para que la comunicación sea completa. He visto correos que no ponen asunto y luego son muy difíciles de rastrear y ordenar; otros correos parecen libros completos que da pereza leerlos y habla mal de quien lo escribe. Si escribimos un correo el tiempo de respuesta normal y esperado debe ser de 24 horas, hay gente que manda un correo y si a la hora no le has contestado ya te está mandando otro como reclamo. Los que han estudiado el correo electrónico recomiendan dedicarle diariamente al menos 1 hora para leer (o eliminar), responder y archivar los correos; según estos especialistas al final del día no debe quedar nada en la Bandeja de Entrada (no soy un buen ejemplo es este particular).
El Twitter es más bien divertido e inmediato; toda la gente que busque exposición en la red debe tener su cuenta y será seguido por otros que se interesen en su perfil y sobre todo en el contenido de sus tweets. Seguir a alguien te hace sentirlo más cercano en lo que hace y piensa, aunque sea alguien famoso y casi inalcanzable, twitteando se humaniza y la distancia se acorta. La mayoría de los artistas y políticos famosos usan Twitter, también personas de negocios , sobre todo si están en temas tecnológicos, para los medios de comunicación es indispensable estar, así como para instituciones educativas y de otro tipo que tienen gran número de miembros y seguidores. A diferencia del correo, la comunicación es abierta y se lanza a la red para quien quiera tomarla lo pueda hacer. Alguien que tiene digamos, más de 500 seguidores, ya comienza a ser importante. Me gustan las personas que twittean una combinación de cosas de su vida personal con temas de fondo de su agenda profesional. En este medio hay que tener capacidad de síntesis ya que estamos limitados a 140 caracteres y nunca debemos confundir cuando se manda un mensaje abierto al “Timeline” que cuando es un mensaje directo. Un buen twittero contesta casi inmediatamente y es un buen medio cuando hay urgencia de respuesta. Me gusta porque me informo mucho antes que las cosas se publiquen y a veces te saca de apuros como en el caso de un reporte de tráfico o eventos extraordinarios como los sucedidos en San Martín Texmelucan. Es importante dedicarle tiempo para seleccionar a las personas que nos interesen seguir, revisando sus tweets anteriores y también quién los sigue. Si un twettero exagera y manda demasiados, nos agobia, pero si manda pocos, nos aburre. Así que algo entre 1 y 10 tweets diarios me parece razonable. Me gusta seguir a aquellas personas que tienen un rostro que ver. Es válido utilizar abreviaturas al escribir y siempre hay que referenciar a las otras personas utilizando los protocolos correctos para que nuestros tweets tengan más impacto. Hace un par de días twitteaba, por ejemplo, el retraso de mi vuelo de @Aeroméxico a #Barcelona; en pocos minutos una red que lee todas las noticias de Barcelona ya lo había rettwiteado y alguna persona que esperaba a un familiar ya se había enterado, mucho antes que la comunicación oficial de la compañía; mi gran sorpresa fue que al día siguiente @Aeroméxico me pedía disculpas y me agradecía el tweet porque les ayuda a mejorar.
Finalmente a través del Facebook he logrado contactar amigos que por años no veía y en un dos por tres, con sus álbumes de fotos y su perfil, te pones al tanto de sus vidas (todos estamos más gordos y calvos;¡ las chichas siempre se ven más guapas!). Hay que subir las fotos más emblemáticas de lo que somos y hacemos, tener demasiadas no es conveniente, más bien debemos de pensar qué queremos transmitir con cada foto. La foto más importante es la de nuestro perfil, me gusta ver rostros más que comics, un rostro más que un cuerpo completo porque no se distingue. Algunas personas ponen un ojo o dos, también es interesante, si son bonitos, claro. Nunca pongan una foto en bikini o traje de baño luciendo su hermoso cuerpo, todo mundo querrá ser su amigo y perderán la esencia del medio que es tener una red social donde conoces a quién dejas entrar; es importante con los menores, enseñarles a manejar adecuadamente los niveles de seguridad. En Facebook me gusta colgar de vez en cuando una nota relevante para compartir y discutir. Nunca se escriban palabras de amor ni cosas cursi con su pareja como presumiendo al resto lo mucho que se aman, eso es para una comunicación más privada, acuérdense que al marido o a la mujer no se le presume, no vaya a ser que aparezca otra persona interesada. En general en el Facebook el tiempo no es tan relevante, se puede alimentar semanalmente y es suficiente.
Pues tratando de utilizar las palabras de Carlos V: “El correo electrónico para las cosas serias, el Twitter para divertirme y el Facebook para estar al día de la vida de mis cuates”
Carlos V decía "Hablo español con Dios, italiano con las mujeres, francés con los hombres y alemán con mi caballo. Su dicho viene al caso porque como hombre sabio, comprendía para qué debía utilizar cada una de las lenguas dado todas las regiones del mundo que gobernaba. Hoy en pleno siglo XXI sabemos que todos debemos hablar al menos ,nuestra lengua materna (gracias a Dios el rico Español) y el Inglés si queremos tener una vida profesional más o menos activa en lo internacional; pero en el día a día las distintas plataformas de comunicación que se han desarrollado con la llegada del Internet ,nos plantean un problema similar: ¿Para qué y con quién debo utilizar el correo electrónico, el Twitter ó el Facebook? , ¿El uso de cada plataforma es indistinto o existen diferencias importantes?
Tengo cuenta en las tres plataformas, a continuación describiré mi experiencia y daré mi opinión sobre las diferencias, no siempre sutiles, entre cada uno de estos nuevos medios de comunicación.
El correo electrónico sigue siendo para mí la plataforma más importante y seria; siempre que tengo que tratar temas personales y profesionales con cierto orden y profundidad, prefiero utilizar mi “e-mail”. El Outlook (Microsoft) me permite tener las bandejas de entrada de 4 correos electrónicos distintos y puedo sincronizar todos mis equipos. En el correo debemos poner en el asunto lo más que podamos que describa por qué lo escribimos; luego tendremos en pocas líneas, tratar de transmitir el mensaje y si es necesario, agregar los archivos que se requieran para que la comunicación sea completa. He visto correos que no ponen asunto y luego son muy difíciles de rastrear y ordenar; otros correos parecen libros completos que da pereza leerlos y habla mal de quien lo escribe. Si escribimos un correo el tiempo de respuesta normal y esperado debe ser de 24 horas, hay gente que manda un correo y si a la hora no le has contestado ya te está mandando otro como reclamo. Los que han estudiado el correo electrónico recomiendan dedicarle diariamente al menos 1 hora para leer (o eliminar), responder y archivar los correos; según estos especialistas al final del día no debe quedar nada en la Bandeja de Entrada (no soy un buen ejemplo es este particular).
El Twitter es más bien divertido e inmediato; toda la gente que busque exposición en la red debe tener su cuenta y será seguido por otros que se interesen en su perfil y sobre todo en el contenido de sus tweets. Seguir a alguien te hace sentirlo más cercano en lo que hace y piensa, aunque sea alguien famoso y casi inalcanzable, twitteando se humaniza y la distancia se acorta. La mayoría de los artistas y políticos famosos usan Twitter, también personas de negocios , sobre todo si están en temas tecnológicos, para los medios de comunicación es indispensable estar, así como para instituciones educativas y de otro tipo que tienen gran número de miembros y seguidores. A diferencia del correo, la comunicación es abierta y se lanza a la red para quien quiera tomarla lo pueda hacer. Alguien que tiene digamos, más de 500 seguidores, ya comienza a ser importante. Me gustan las personas que twittean una combinación de cosas de su vida personal con temas de fondo de su agenda profesional. En este medio hay que tener capacidad de síntesis ya que estamos limitados a 140 caracteres y nunca debemos confundir cuando se manda un mensaje abierto al “Timeline” que cuando es un mensaje directo. Un buen twittero contesta casi inmediatamente y es un buen medio cuando hay urgencia de respuesta. Me gusta porque me informo mucho antes que las cosas se publiquen y a veces te saca de apuros como en el caso de un reporte de tráfico o eventos extraordinarios como los sucedidos en San Martín Texmelucan. Es importante dedicarle tiempo para seleccionar a las personas que nos interesen seguir, revisando sus tweets anteriores y también quién los sigue. Si un twettero exagera y manda demasiados, nos agobia, pero si manda pocos, nos aburre. Así que algo entre 1 y 10 tweets diarios me parece razonable. Me gusta seguir a aquellas personas que tienen un rostro que ver. Es válido utilizar abreviaturas al escribir y siempre hay que referenciar a las otras personas utilizando los protocolos correctos para que nuestros tweets tengan más impacto. Hace un par de días twitteaba, por ejemplo, el retraso de mi vuelo de @Aeroméxico a #Barcelona; en pocos minutos una red que lee todas las noticias de Barcelona ya lo había rettwiteado y alguna persona que esperaba a un familiar ya se había enterado, mucho antes que la comunicación oficial de la compañía; mi gran sorpresa fue que al día siguiente @Aeroméxico me pedía disculpas y me agradecía el tweet porque les ayuda a mejorar.
Finalmente a través del Facebook he logrado contactar amigos que por años no veía y en un dos por tres, con sus álbumes de fotos y su perfil, te pones al tanto de sus vidas (todos estamos más gordos y calvos;¡ las chichas siempre se ven más guapas!). Hay que subir las fotos más emblemáticas de lo que somos y hacemos, tener demasiadas no es conveniente, más bien debemos de pensar qué queremos transmitir con cada foto. La foto más importante es la de nuestro perfil, me gusta ver rostros más que comics, un rostro más que un cuerpo completo porque no se distingue. Algunas personas ponen un ojo o dos, también es interesante, si son bonitos, claro. Nunca pongan una foto en bikini o traje de baño luciendo su hermoso cuerpo, todo mundo querrá ser su amigo y perderán la esencia del medio que es tener una red social donde conoces a quién dejas entrar; es importante con los menores, enseñarles a manejar adecuadamente los niveles de seguridad. En Facebook me gusta colgar de vez en cuando una nota relevante para compartir y discutir. Nunca se escriban palabras de amor ni cosas cursi con su pareja como presumiendo al resto lo mucho que se aman, eso es para una comunicación más privada, acuérdense que al marido o a la mujer no se le presume, no vaya a ser que aparezca otra persona interesada. En general en el Facebook el tiempo no es tan relevante, se puede alimentar semanalmente y es suficiente.
Pues tratando de utilizar las palabras de Carlos V: “El correo electrónico para las cosas serias, el Twitter para divertirme y el Facebook para estar al día de la vida de mis cuates”
miércoles, 12 de enero de 2011
El País de los topes.
Por Herberto Rodríguez Regordosa
El Domingo aproveché mis días en Puebla para salir con amigos a un paseo en moto de 180 km en mi Triumph Boneville (¡Súper!). Por supuesto que la idea de un paseo de esta naturaleza es la de disfrutar el contacto con el viento, la velocidad (pero responsable), el paisaje y la ingeniería de las motocicletas que se siente en su conducción; pero después de cuatro horas y de un buen dolor de piernas, el recuerdo que me quedó fue el de 84 topes que tuve que sortear en el trayecto de ida y vuelta Puebla-Atlixco-Jantetelco, todo obviamente por la carreteras federales. En auto los topes son molestos, en moto se vuelven insoportables.
Me pregunto: ¿Por qué existen los topes? , ¿Por qué en tal cantidad?, ¿Por qué todos son diferentes? Y finalmente ¿Quién los pone y quién decide dónde se ponen? Permítanme entonces lanzar algunas tesis sobre dichas preguntas y sacar algunas conclusiones.
Los topes existen porque son un medio para disminuir la velocidad de los automóviles que viajan por las carreteras o calles en puntos que pueden ser potencialmente peligrosos, para transeúntes y para los mismos automovilistas. Así que, mi primera pregunta queda contestada, pero hago una más ¿Son la única medida para lograr disminuir la velocidad y los riesgos de las personas? Creo que no, si hubiera educación vial y los sistemas de control y sanción adecuados, las señales de reducción de velocidad serían suficientes. También me pregunto ¿Los topes tienen algún impacto en costo y eficiencia?, creo que sí, el costo es alto si se suma la pérdida de tiempo, la contaminación adicional y el desgaste vehicular.
La cantidad de topes debe ser equivalente a la cantidad de puntos en los cuáles interesa reducir la velocidad: pueblos que se atraviesan, escuelas, pasos de peatones, entronques, cruces de ferrocarril, etc., pero en la realidad existen también en sitios que a veces no tienen tanta explicación: una zona de changarros de comida, un restaurante que busca atraer clientela, un vendedor de jugos de naranja, papitas y pepinos enchilados y hasta en un sitio donde hay un par de chicos vestidos de blanco pidiendo monedas para quién sabe qué causa. Resulta incluso inverosímil que tengamos a un ilustre ciudadano que se dedica a pintar y despintar todos los días un tope a cambio de recibir alguna contraprestación siempre voluntaria pero generosa. No resulta lógico que en algunos pueblos tengamos que sortear en menos de 100 metros unos 6 topes como si se tratara de las competencias olímpicas de equitación en la cual el mayor reto es el salto triple sin descanso para el equino.
Los topes son diferentes porque no existe una normatividad, un standard o algo parecido para su construcción o colocación. Existen ya los topes prefabricados que son muy fáciles de instalar y mantener, pero parece que cada artista refleja su personalidad en su obra. Los peores topes son los que son altos y poco anchos, ya que ambos ejes de llantas se asientan a nivel de pavimento haciendo inevitable el golpe en el inferior del auto o moto. Los mejores son los que tienen amplitud para asentar un eje a la vez, que no son tan altos y por supuesto que están bien señalados y pintados. Pero el mejor tope de todos es el que no existe.
Dicho esto me contesto la última pregunta. Es de suponerse que dado que las carreteras federales y las calles son propiedad de la nación y administradas por alguna entidad gubernamental, pues sería la autoridad de dicha entidad la responsable de construir o quitar un tope, previo un minucioso análisis de los pros y contras de ponerlo o aplicando una clara normativa. La experiencia nos dice que a menudo los topes tienen el nombre del niño o niña atropellado alguna vez y menos grave el nombre del perro que perdió la vida al querer alcanzar a su pareja del otro lado de la autovía. La “Sociedad” o “El Pueblo” son muy a menudo los realizadores de tan colosales obras, tomando la justicia por su propia mano al estilo Fuenteovejuna. No hay autoridad capaz de detener y poner en su lugar a un grupo de vecinos que se pone de acuerdo para poner un tope, su poder es inalcanzable. ¿No podrían usar mejor este poder para tapar baches?
Hoy circulaba todo Camino Real a Cholula ,mientras, pensaba las últimas líneas de esta columna, creo que es una de las peores calles de nuestras ciudades (Puebla y Cholula) y ejemplo perfecto de la mala planeación urbana, de la anarquía que prevalece en el asunto de los topes y por supuesto refleja la realidad de lo que somos como País: Preferimos invertir en más topes que en educación y cumplimiento de nuestras leyes de tránsito.
Esta columna es un “Manifiesto” para que empecemos a construir un País sin topes.
El Domingo aproveché mis días en Puebla para salir con amigos a un paseo en moto de 180 km en mi Triumph Boneville (¡Súper!). Por supuesto que la idea de un paseo de esta naturaleza es la de disfrutar el contacto con el viento, la velocidad (pero responsable), el paisaje y la ingeniería de las motocicletas que se siente en su conducción; pero después de cuatro horas y de un buen dolor de piernas, el recuerdo que me quedó fue el de 84 topes que tuve que sortear en el trayecto de ida y vuelta Puebla-Atlixco-Jantetelco, todo obviamente por la carreteras federales. En auto los topes son molestos, en moto se vuelven insoportables.
Me pregunto: ¿Por qué existen los topes? , ¿Por qué en tal cantidad?, ¿Por qué todos son diferentes? Y finalmente ¿Quién los pone y quién decide dónde se ponen? Permítanme entonces lanzar algunas tesis sobre dichas preguntas y sacar algunas conclusiones.
Los topes existen porque son un medio para disminuir la velocidad de los automóviles que viajan por las carreteras o calles en puntos que pueden ser potencialmente peligrosos, para transeúntes y para los mismos automovilistas. Así que, mi primera pregunta queda contestada, pero hago una más ¿Son la única medida para lograr disminuir la velocidad y los riesgos de las personas? Creo que no, si hubiera educación vial y los sistemas de control y sanción adecuados, las señales de reducción de velocidad serían suficientes. También me pregunto ¿Los topes tienen algún impacto en costo y eficiencia?, creo que sí, el costo es alto si se suma la pérdida de tiempo, la contaminación adicional y el desgaste vehicular.
La cantidad de topes debe ser equivalente a la cantidad de puntos en los cuáles interesa reducir la velocidad: pueblos que se atraviesan, escuelas, pasos de peatones, entronques, cruces de ferrocarril, etc., pero en la realidad existen también en sitios que a veces no tienen tanta explicación: una zona de changarros de comida, un restaurante que busca atraer clientela, un vendedor de jugos de naranja, papitas y pepinos enchilados y hasta en un sitio donde hay un par de chicos vestidos de blanco pidiendo monedas para quién sabe qué causa. Resulta incluso inverosímil que tengamos a un ilustre ciudadano que se dedica a pintar y despintar todos los días un tope a cambio de recibir alguna contraprestación siempre voluntaria pero generosa. No resulta lógico que en algunos pueblos tengamos que sortear en menos de 100 metros unos 6 topes como si se tratara de las competencias olímpicas de equitación en la cual el mayor reto es el salto triple sin descanso para el equino.
Los topes son diferentes porque no existe una normatividad, un standard o algo parecido para su construcción o colocación. Existen ya los topes prefabricados que son muy fáciles de instalar y mantener, pero parece que cada artista refleja su personalidad en su obra. Los peores topes son los que son altos y poco anchos, ya que ambos ejes de llantas se asientan a nivel de pavimento haciendo inevitable el golpe en el inferior del auto o moto. Los mejores son los que tienen amplitud para asentar un eje a la vez, que no son tan altos y por supuesto que están bien señalados y pintados. Pero el mejor tope de todos es el que no existe.
Dicho esto me contesto la última pregunta. Es de suponerse que dado que las carreteras federales y las calles son propiedad de la nación y administradas por alguna entidad gubernamental, pues sería la autoridad de dicha entidad la responsable de construir o quitar un tope, previo un minucioso análisis de los pros y contras de ponerlo o aplicando una clara normativa. La experiencia nos dice que a menudo los topes tienen el nombre del niño o niña atropellado alguna vez y menos grave el nombre del perro que perdió la vida al querer alcanzar a su pareja del otro lado de la autovía. La “Sociedad” o “El Pueblo” son muy a menudo los realizadores de tan colosales obras, tomando la justicia por su propia mano al estilo Fuenteovejuna. No hay autoridad capaz de detener y poner en su lugar a un grupo de vecinos que se pone de acuerdo para poner un tope, su poder es inalcanzable. ¿No podrían usar mejor este poder para tapar baches?
Hoy circulaba todo Camino Real a Cholula ,mientras, pensaba las últimas líneas de esta columna, creo que es una de las peores calles de nuestras ciudades (Puebla y Cholula) y ejemplo perfecto de la mala planeación urbana, de la anarquía que prevalece en el asunto de los topes y por supuesto refleja la realidad de lo que somos como País: Preferimos invertir en más topes que en educación y cumplimiento de nuestras leyes de tránsito.
Esta columna es un “Manifiesto” para que empecemos a construir un País sin topes.
miércoles, 5 de enero de 2011
Seamos mejores mexicanos para un mejor México.
Por Herberto Rodríguez Regordosa
Estas fechas debieran crear un ambiente muy propicio para que cada uno de nosotros pudiera dar lo mejor de sí. Sin embargo, éste ha sido un año muy difícil para México en muchos sentidos y pareciera que la desilusión, el desánimo y la desesperanza se apoderan de nosotros.
Saber que hemos tenido más de 30 mil muertes en la guerra contra el narco (o del narco contra él mismo); saber que el Jefe Diego ha sido liberado pagando una poco modesta cantidad (¿20 millones de dlls.?) pero que sus captores pasean libremente en algún centro comercial de grandes marcas haciendo su “shopping” navideño; saber que el secuestro y extorsión de migrantes es el día a día en nuestro País y no hay responsables; saber que 50 trabajadores del campo (la mayoría menores de edad) permanecían casi secuestrados en Sonora pero no se dice quién los tenía bajo llaves; saber que el robo de combustible causó la muerte de casi 30 personas y pérdidas millonarias y de los “ordeñadores” ni pista; saber que servidores públicos salientes se han enriquecido de una manera salvaje y que será muy difícil fincarles responsabilidades (son pillos , no tontos); saber que México baja cada año en los índices de competitividad y que hemos perdido el liderazgo de América Latina en manos de Brasil; saber que Puebla también ha perdido espacios nacionales por sus malos resultados en empleo y gobierno.
En fin, creo que hay suficientes asuntos como para sentirnos desanimados. Por mucho que hayamos recibido los mejores regalos en el famoso “intercambio”, degustado el mejor pavo de la temporada, tomado cava con turrones españoles (o unos buenos buñuelos con miel de piloncillo), éstos parecen no ser suficientes para paliar en nuestro interior, todos los males que aquejan a nuestro querido México. Pero lo cierto es que pasando la temporada y llegando la cuesta de enero, los problemas serán los mismos y ya no tendremos los alicientes de temporada para poderlos, al menos, olvidarlos un rato. Así que la pregunta relevante que me hago en éstos días es ¿Tiene nuestro México remedio?
Durante muchos años nos hemos quejado que nuestra clase política no ha estado a la altura de las circunstancias, o que los trabajadores y sus sindicatos son el lastre del progreso, o que los empresarios, en su desmesurada ambición, han monopolizado muchos de los bienes y servicios que los mexicanos pagamos caro, o que PEMEX no da mantenimiento a sus ductos, o que los malos resultados de la Selección Mexicana son culpa de Televisa y de los directivos de la FMF, o yo que sé, pero siempre encontraremos suficientes causas fuera de nosotros mismos que explican mucho la situación en la que nos encontramos.
Pienso que la única forma de que nuestro País pueda prosperar está más en el cambio personal, que sumado al cambio de otros, nos pueda dar una masa crítica suficiente para comenzar a cambiar de fondo nuestras familias, nuestros centros educativos, nuestras instituciones, nuestras leyes, nuestros gobiernos y finalmente a nuestra sociedad y a nuestra propia Cultura. Esto es lo que desde hace mucho tiempo hemos llamado la “Vertebración de la Sociedad”, pero que se ha quedado como una utopía en la mente de los mejores sociólogos y pensadores sobre el tipo de País que debemos seguir construyendo.
México tiene remedio si creemos que los mexicanos tenemos remedio. Entonces mis deseos para este Año 2011, que está a punto de comenzar, es que seamos mejores mexicanos para un mejor México.
Yo empiezo hoy para ir ya encarrerado el 1° de enero. ¡Reavivemos por favor nuestra esperanza!
Estas fechas debieran crear un ambiente muy propicio para que cada uno de nosotros pudiera dar lo mejor de sí. Sin embargo, éste ha sido un año muy difícil para México en muchos sentidos y pareciera que la desilusión, el desánimo y la desesperanza se apoderan de nosotros.
Saber que hemos tenido más de 30 mil muertes en la guerra contra el narco (o del narco contra él mismo); saber que el Jefe Diego ha sido liberado pagando una poco modesta cantidad (¿20 millones de dlls.?) pero que sus captores pasean libremente en algún centro comercial de grandes marcas haciendo su “shopping” navideño; saber que el secuestro y extorsión de migrantes es el día a día en nuestro País y no hay responsables; saber que 50 trabajadores del campo (la mayoría menores de edad) permanecían casi secuestrados en Sonora pero no se dice quién los tenía bajo llaves; saber que el robo de combustible causó la muerte de casi 30 personas y pérdidas millonarias y de los “ordeñadores” ni pista; saber que servidores públicos salientes se han enriquecido de una manera salvaje y que será muy difícil fincarles responsabilidades (son pillos , no tontos); saber que México baja cada año en los índices de competitividad y que hemos perdido el liderazgo de América Latina en manos de Brasil; saber que Puebla también ha perdido espacios nacionales por sus malos resultados en empleo y gobierno.
En fin, creo que hay suficientes asuntos como para sentirnos desanimados. Por mucho que hayamos recibido los mejores regalos en el famoso “intercambio”, degustado el mejor pavo de la temporada, tomado cava con turrones españoles (o unos buenos buñuelos con miel de piloncillo), éstos parecen no ser suficientes para paliar en nuestro interior, todos los males que aquejan a nuestro querido México. Pero lo cierto es que pasando la temporada y llegando la cuesta de enero, los problemas serán los mismos y ya no tendremos los alicientes de temporada para poderlos, al menos, olvidarlos un rato. Así que la pregunta relevante que me hago en éstos días es ¿Tiene nuestro México remedio?
Durante muchos años nos hemos quejado que nuestra clase política no ha estado a la altura de las circunstancias, o que los trabajadores y sus sindicatos son el lastre del progreso, o que los empresarios, en su desmesurada ambición, han monopolizado muchos de los bienes y servicios que los mexicanos pagamos caro, o que PEMEX no da mantenimiento a sus ductos, o que los malos resultados de la Selección Mexicana son culpa de Televisa y de los directivos de la FMF, o yo que sé, pero siempre encontraremos suficientes causas fuera de nosotros mismos que explican mucho la situación en la que nos encontramos.
Pienso que la única forma de que nuestro País pueda prosperar está más en el cambio personal, que sumado al cambio de otros, nos pueda dar una masa crítica suficiente para comenzar a cambiar de fondo nuestras familias, nuestros centros educativos, nuestras instituciones, nuestras leyes, nuestros gobiernos y finalmente a nuestra sociedad y a nuestra propia Cultura. Esto es lo que desde hace mucho tiempo hemos llamado la “Vertebración de la Sociedad”, pero que se ha quedado como una utopía en la mente de los mejores sociólogos y pensadores sobre el tipo de País que debemos seguir construyendo.
México tiene remedio si creemos que los mexicanos tenemos remedio. Entonces mis deseos para este Año 2011, que está a punto de comenzar, es que seamos mejores mexicanos para un mejor México.
Yo empiezo hoy para ir ya encarrerado el 1° de enero. ¡Reavivemos por favor nuestra esperanza!
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Los Países con más estudiantes de Ingeniería crecen más.
Por Herberto Rodríguez Regordosa
La educación siempre se ha visto como un factor determinante para el bienestar. La literatura académica ha distinguido tres principales mecanismos a través de los cuáles la educación impulsa el desarrollo económico.
En primer lugar, la educación incrementa el capital humano inherente a la fuerza de trabajo, que se transforma en un aumento de la productividad y en la obtención de más bienes con los mismos recursos (más outputs con los mismos inputs). En segundo lugar, la educación puede incrementar la capacidad de innovación de la economía, y es claro que los nuevos conocimientos y nuevas tecnologías promueven el crecimiento. El tercer mecanismo es cuando la educación facilita la difusión y transmisión de conocimiento necesario para entender y procesar la nueva información e implementar exitosamente nuevas tecnologías diseñadas por otros.
A pesar de que las teorías que explican lo anterior están bien sustentadas y elaboradas, en la realidad se han encontrado desviaciones al comparar el crecimiento económico logrado con el nivel de educación de cada País. La mayor conclusión a la que se ha llegado para explicar las diferencias, es que la medida de una buena educación no debe estar basada únicamente en los años promedio de estudio, sino más bien el la calidad de la educación recibida.
Es por ello que desde mediados de los 1960s, organizaciones internacionales como la OECD han llevado a cabo una serie de exámenes estandarizados (como el de la prueba PISA) para medir el desempeño de los estudiantes en habilidades cognitivas como matemáticas y ciencia. La investigación realizada sobre todo durante los últimos 10 años, demuestra con claridad que cuando se considera la calidad de la educación, se altera dramáticamente la relevancia del rol de la educación en el desarrollo económico.
Las políticas públicas en México se han enfocado durante muchos años (en parte debido al crecimiento demográfico) a lograr altos índices de cobertura; sin embargo muy pocos esfuerzos se han enfocado a lograr una educación de calidad. Todos sabemos que el principal elemento que incide en una alta calidad educativa, más que tener buenas instalaciones y computadoras, son los profesores.
No es de extrañarse que sigamos en la cola de los resultados de PISA 2009, y aunque el Gobierno Federal ha tratado interpretar el avance como algo positivo, la realidad es que seguimos siendo de los últimos países dentro de la OCDE. El lograr dar un golpe de timón en la educación mexicana pasa por los profesores y su sindicato. ¿Cuándo los mexicanos y nuestros gobernantes estaremos dispuestos entrarle a fondo en este tema?..., porque los Países que más crecen tienen más estudiantes de ingeniería y menos estudiantes de leyes.
La educación siempre se ha visto como un factor determinante para el bienestar. La literatura académica ha distinguido tres principales mecanismos a través de los cuáles la educación impulsa el desarrollo económico.
En primer lugar, la educación incrementa el capital humano inherente a la fuerza de trabajo, que se transforma en un aumento de la productividad y en la obtención de más bienes con los mismos recursos (más outputs con los mismos inputs). En segundo lugar, la educación puede incrementar la capacidad de innovación de la economía, y es claro que los nuevos conocimientos y nuevas tecnologías promueven el crecimiento. El tercer mecanismo es cuando la educación facilita la difusión y transmisión de conocimiento necesario para entender y procesar la nueva información e implementar exitosamente nuevas tecnologías diseñadas por otros.
A pesar de que las teorías que explican lo anterior están bien sustentadas y elaboradas, en la realidad se han encontrado desviaciones al comparar el crecimiento económico logrado con el nivel de educación de cada País. La mayor conclusión a la que se ha llegado para explicar las diferencias, es que la medida de una buena educación no debe estar basada únicamente en los años promedio de estudio, sino más bien el la calidad de la educación recibida.
Es por ello que desde mediados de los 1960s, organizaciones internacionales como la OECD han llevado a cabo una serie de exámenes estandarizados (como el de la prueba PISA) para medir el desempeño de los estudiantes en habilidades cognitivas como matemáticas y ciencia. La investigación realizada sobre todo durante los últimos 10 años, demuestra con claridad que cuando se considera la calidad de la educación, se altera dramáticamente la relevancia del rol de la educación en el desarrollo económico.
Las políticas públicas en México se han enfocado durante muchos años (en parte debido al crecimiento demográfico) a lograr altos índices de cobertura; sin embargo muy pocos esfuerzos se han enfocado a lograr una educación de calidad. Todos sabemos que el principal elemento que incide en una alta calidad educativa, más que tener buenas instalaciones y computadoras, son los profesores.
No es de extrañarse que sigamos en la cola de los resultados de PISA 2009, y aunque el Gobierno Federal ha tratado interpretar el avance como algo positivo, la realidad es que seguimos siendo de los últimos países dentro de la OCDE. El lograr dar un golpe de timón en la educación mexicana pasa por los profesores y su sindicato. ¿Cuándo los mexicanos y nuestros gobernantes estaremos dispuestos entrarle a fondo en este tema?..., porque los Países que más crecen tienen más estudiantes de ingeniería y menos estudiantes de leyes.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
La otra España.
Por Herberto Rodríguez Regordosa
Empiezo parafraseando la canción de Mocedades escrita por Juan Carlos Calderón, porque estoy convencido que hoy existen dos realidades en España: La una, es aquella de la España triunfadora, apasionada y explosiva (¡y qué me dicen de la Copa del Mundo!) y la otra, la España agotada, que la semana anterior por ejemplo, se ha visto forzada a declarar el estado de emergencia (ante la huelga de los controladores aéreos).
España, hasta hace pocos años, se ponía como ejemplo de las transiciones bien manejadas. La Guerra Civil Española fue sumamente violenta, y como toda guerra entre hermanos, las heridas que se abrieron han sido difíciles de cerrar. Franco impuso su dictadura hasta su muerte. Cuándo le fue levantado el castigo de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial, el Generalísimo impulsó una primera etapa de desarrollo económico e industrialización, que fueron la antesala del gran crecimiento económico y sobre todo de los grandes niveles de bienestar logrado por los españoles durante la etapa democrática de González y Aznar, sumado a la decisión de los españoles de integrarse a la Unión Europea. No quiero pasar por alto el Pacto de la Moncloa logrado por Suárez ,fue también un elemento clave para construir una agenda común de todos los españoles (¿Y cuándo lo haremos en México?. Durante éste periodo el ingreso per cápita más que se duplicó, se construyó la infraestructura moderna que hoy conocernos, el turismo brilló como nunca, la clase media se fortaleció y es la que manda hoy en el País; la Educación, la Salud Pública, el Transporte Urbano y el desarrollo de la Banca (Las cajas de ahorro fueron un fenómeno inédito) , son buenos ejemplos para entender que España sin lugar a dudas dio el “ brinco “y se convirtió en relativamente pocos años en un País de primer Mundo. Esta es la España que nos ha maravillado.
Pero la fiesta se acabó, y ha aparecido la otra España: El turismo y la construcción no han sido suficientes para sostener todo un País de 45 millones de personas. Los fondos europeos dejaron de fluir, España es hoy un país viejo, las conquistas sociales (como el seguro de desempleo) se han vuelto una carga muy pesada de llevar –recordemos que las soluciones de ayer se convierten en los problemas de hoy y de mañana-,la inmigraciones latinoamericana y africana no terminan de asimilarse, los nacionalismos están más vivos que nunca, se ha perdido el espíritu emprendedor, se hace muy poca innovación y desarrollo tecnológico, y lo peor (y lo mejor) se ha adoptado al Euro como moneda común. Salvo en deportes como Fútbol, Tenis, Ciclismo, Automovilismo y Motociclismo; hoy España no es un País competitivo de Clase Mundial. Sus socios europeos como Alemania y Francia le llevan ventaja; como la unión monetaria le impide devaluar, España sufre el ajuste vía el desempleo, que ha llegado a rondar el 20%.(Alentado por una ley de parados que a veces funciona más como un incentivo perverso que como una red de amortiguamiento de tipo social).
Creo que España necesita reinventarse. Primero, los españoles tienen que pensar en formar familias y tener más hijos; de lo contrario será el país más viejo de Europa o los inmigrantes crecerán y serán minorías cada vez más importantes. Segundo España tiene que hacer un nuevo pacto político, la Constitución actual ya no está a la altura de sus retos y necesidades; se habla en algunos casos de absurdas independencias pero creo que lo más razonable sería proponer un pacto federal entre las Comunidades Autónomas conservando al Rey como figura del Estado y acordando fórmulas de reparto fiscal más justas, equitativas y que premien los resultados. Tercero, España tiene que recapacitar hasta cuándo debe seguir impulsando medidas sociales que solamente agravan la crisis y ser realistas en que no podrá sostener más un estado bienestar a la Europea (Y hacérselo ver a los sindicatos) . Cuarto, deben de bajarse los impuestos y fomentar el espíritu emprendedor. Quinto, España debe hacer una apuesta muy fuerte en construir una cadena de valor de innovación y tecnología ligada a su educación superior. Finalmente España y los españoles deben perdonarse a sí mismos y a su historia, debe de nacer un nuevo liderazgo que haga de España, respetando el mosaico de culturas, lenguas y tradiciones, una sola Nación, una sola Patria (¿Cómo convencer a Vascos, Gallegos y Catalanes?).
Pues la agenda está bastante cargada, así que la otra España, más que oler a caña hay que meterle caña*
*Meterle caña, en buen castellano, significa acelerar el paso.
Empiezo parafraseando la canción de Mocedades escrita por Juan Carlos Calderón, porque estoy convencido que hoy existen dos realidades en España: La una, es aquella de la España triunfadora, apasionada y explosiva (¡y qué me dicen de la Copa del Mundo!) y la otra, la España agotada, que la semana anterior por ejemplo, se ha visto forzada a declarar el estado de emergencia (ante la huelga de los controladores aéreos).
España, hasta hace pocos años, se ponía como ejemplo de las transiciones bien manejadas. La Guerra Civil Española fue sumamente violenta, y como toda guerra entre hermanos, las heridas que se abrieron han sido difíciles de cerrar. Franco impuso su dictadura hasta su muerte. Cuándo le fue levantado el castigo de los países vencedores de la Segunda Guerra Mundial, el Generalísimo impulsó una primera etapa de desarrollo económico e industrialización, que fueron la antesala del gran crecimiento económico y sobre todo de los grandes niveles de bienestar logrado por los españoles durante la etapa democrática de González y Aznar, sumado a la decisión de los españoles de integrarse a la Unión Europea. No quiero pasar por alto el Pacto de la Moncloa logrado por Suárez ,fue también un elemento clave para construir una agenda común de todos los españoles (¿Y cuándo lo haremos en México?. Durante éste periodo el ingreso per cápita más que se duplicó, se construyó la infraestructura moderna que hoy conocernos, el turismo brilló como nunca, la clase media se fortaleció y es la que manda hoy en el País; la Educación, la Salud Pública, el Transporte Urbano y el desarrollo de la Banca (Las cajas de ahorro fueron un fenómeno inédito) , son buenos ejemplos para entender que España sin lugar a dudas dio el “ brinco “y se convirtió en relativamente pocos años en un País de primer Mundo. Esta es la España que nos ha maravillado.
Pero la fiesta se acabó, y ha aparecido la otra España: El turismo y la construcción no han sido suficientes para sostener todo un País de 45 millones de personas. Los fondos europeos dejaron de fluir, España es hoy un país viejo, las conquistas sociales (como el seguro de desempleo) se han vuelto una carga muy pesada de llevar –recordemos que las soluciones de ayer se convierten en los problemas de hoy y de mañana-,la inmigraciones latinoamericana y africana no terminan de asimilarse, los nacionalismos están más vivos que nunca, se ha perdido el espíritu emprendedor, se hace muy poca innovación y desarrollo tecnológico, y lo peor (y lo mejor) se ha adoptado al Euro como moneda común. Salvo en deportes como Fútbol, Tenis, Ciclismo, Automovilismo y Motociclismo; hoy España no es un País competitivo de Clase Mundial. Sus socios europeos como Alemania y Francia le llevan ventaja; como la unión monetaria le impide devaluar, España sufre el ajuste vía el desempleo, que ha llegado a rondar el 20%.(Alentado por una ley de parados que a veces funciona más como un incentivo perverso que como una red de amortiguamiento de tipo social).
Creo que España necesita reinventarse. Primero, los españoles tienen que pensar en formar familias y tener más hijos; de lo contrario será el país más viejo de Europa o los inmigrantes crecerán y serán minorías cada vez más importantes. Segundo España tiene que hacer un nuevo pacto político, la Constitución actual ya no está a la altura de sus retos y necesidades; se habla en algunos casos de absurdas independencias pero creo que lo más razonable sería proponer un pacto federal entre las Comunidades Autónomas conservando al Rey como figura del Estado y acordando fórmulas de reparto fiscal más justas, equitativas y que premien los resultados. Tercero, España tiene que recapacitar hasta cuándo debe seguir impulsando medidas sociales que solamente agravan la crisis y ser realistas en que no podrá sostener más un estado bienestar a la Europea (Y hacérselo ver a los sindicatos) . Cuarto, deben de bajarse los impuestos y fomentar el espíritu emprendedor. Quinto, España debe hacer una apuesta muy fuerte en construir una cadena de valor de innovación y tecnología ligada a su educación superior. Finalmente España y los españoles deben perdonarse a sí mismos y a su historia, debe de nacer un nuevo liderazgo que haga de España, respetando el mosaico de culturas, lenguas y tradiciones, una sola Nación, una sola Patria (¿Cómo convencer a Vascos, Gallegos y Catalanes?).
Pues la agenda está bastante cargada, así que la otra España, más que oler a caña hay que meterle caña*
*Meterle caña, en buen castellano, significa acelerar el paso.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
No es lo que hemos hecho; es cómo lo hemos hecho.
Por Herberto Rodríguez Regordosa
Ayer estuve en el Camp Nou viviendo el Clásico y quedé maravillado de lo que vi. Es cierto que desde hace muchos años soy culé (término coloquial con el cual se denomina a los seguidores del Barça) y que especialmente me hice más culé cuando llegaron las compañías de Tv vía satélite y tuve la oportunidad de seguir desde México la mayoría de los partidos del FC Barcelona. Recuerdo entonces a Guardiola como capitán aunque eran Romario y Rivaldo las grandes estrellas. Pero lo de ayer se salió de toda expectativa, presencié uno de los partidos más completos y artísticos que he visto, un aplauso especialmente para Xavi.
De todo lo que se ha dicho del Clásico Español, me parece que lo apuntado por Guardiola en su posterior rueda de prensa –en la cual por supuesto estaba feliz-, pero con la mesura que lo caracteriza, declaró lo siguiente: "Esto ya está, pero esto queda; especialmente, por cómo lo hemos conseguido. No es lo que hemos hecho; es cómo lo hemos hecho, sin perder las raíces"
El comentario me pareció genial y creo que llama a la reflexión sobre la situación de México. Esta misma semana el Presidente Calderón “festejaba” los 10 años de la llegada del PAN a los Pinos; pude seguir en Twitter lo que se decía gracias a @parodregordosa, @jcmondragon y al político mexicano más twittero de todos, nuestro paisano @JLozanoA. (Estimado lector, lo chic es tener cuenta Twitter sobre todo si quieres ser alguien en los medios o en la política. La mía es @Herbertorod por si quieres divertirte)
Yo coincido en que la alternancia ha sido buena para México, sobre todo en los aspectos de combate a la pobreza, acceso a la salud, crecimiento de la clase media y en general en el ortodoxo manejo de la economía y de las finanzas públicas a nivel Federal. No lo ha sido tanto en los desaciertos para impulsar una transición a fondo, al dejar “vivas” las fuerzas del antiguo régimen y al no emprender una reforma estructural para lograr el nacimiento de nuevas instituciones que ayudarían apuntalar la Democracia; especialmente hemos avanzado poco en transparencia. Creo que Fox cometió la gran irresponsabilidad de asumir en los hechos, que sacar al PRI de los Pinos sería suficiente; está demostrado que nunca fue así. También se dice que con Calderón realmente llegó el PAN a los Pinos, pero el ambiente que prevalece en la opinión pública es de desánimo y ya de cierta desesperación, sobre todo por la escalada de violencia en el combate a las fuerzas del narcotráfico, pero también en el hecho de que el Presidente ha asumido dicha estrategia como la central de su Gobierno, dejando de lado (al menos eso se percibe) muchos temas que serían también relevantes para el avance de Nuestro País.
Coincido, que desde una perspectiva fundamentada en lo escrito hasta ahora sobre transiciones, que el regreso pronto del PRI a los Pinos sería un retroceso para México, y no necesariamente porque el PAN haya gobernado mejor en todo, sino porque en cualquier proceso de transición se requiere tiempo para que el nuevo régimen nazca y el anterior desaparezca. Un regreso pronto (vean que pienso que en el mediano o largo plazo puede regresar), del PRI sería un fracaso para la Transición (con Mayúscula) porque frustraría el esfuerzo por cambiar estructuralmente los aspectos más importantes de México y de su joven Democracia. Se reinstauraría el antiguo régimen, aunque “puesto a la moda”(con copete de gel, Gaviota y todo).
Pero algo se le olvidó a Calderón en su discurso: si el PRI regresa a los Pinos, serán el PAN con sus buenos o malos gobiernos estatales y municipales, el Gobierno del Presidente actual y el anterior Gobierno de Fox los principales responsables. Me preocupó mucho ver los comentarios espontáneos en la Web de distintos diarios, al respecto de la nota del discurso de Calderón, quién claramente está perdiendo ante la Sociedad, credibilidad y capacidad para seguir impulsando la Transición. En síntesis, tiene un gran problema de imagen y de capacidad de comunicar lo que se está avanzando; y en muchos casos tampoco se ha avanzado lo que las circunstancias exigen.
Tal vez a Felipe pueda empezar a cambiar su imagen si tomara en cuenta las palabras de Guardiola: No es lo que se hace, sino cómo se hace.
Ayer estuve en el Camp Nou viviendo el Clásico y quedé maravillado de lo que vi. Es cierto que desde hace muchos años soy culé (término coloquial con el cual se denomina a los seguidores del Barça) y que especialmente me hice más culé cuando llegaron las compañías de Tv vía satélite y tuve la oportunidad de seguir desde México la mayoría de los partidos del FC Barcelona. Recuerdo entonces a Guardiola como capitán aunque eran Romario y Rivaldo las grandes estrellas. Pero lo de ayer se salió de toda expectativa, presencié uno de los partidos más completos y artísticos que he visto, un aplauso especialmente para Xavi.
De todo lo que se ha dicho del Clásico Español, me parece que lo apuntado por Guardiola en su posterior rueda de prensa –en la cual por supuesto estaba feliz-, pero con la mesura que lo caracteriza, declaró lo siguiente: "Esto ya está, pero esto queda; especialmente, por cómo lo hemos conseguido. No es lo que hemos hecho; es cómo lo hemos hecho, sin perder las raíces"
El comentario me pareció genial y creo que llama a la reflexión sobre la situación de México. Esta misma semana el Presidente Calderón “festejaba” los 10 años de la llegada del PAN a los Pinos; pude seguir en Twitter lo que se decía gracias a @parodregordosa, @jcmondragon y al político mexicano más twittero de todos, nuestro paisano @JLozanoA. (Estimado lector, lo chic es tener cuenta Twitter sobre todo si quieres ser alguien en los medios o en la política. La mía es @Herbertorod por si quieres divertirte)
Yo coincido en que la alternancia ha sido buena para México, sobre todo en los aspectos de combate a la pobreza, acceso a la salud, crecimiento de la clase media y en general en el ortodoxo manejo de la economía y de las finanzas públicas a nivel Federal. No lo ha sido tanto en los desaciertos para impulsar una transición a fondo, al dejar “vivas” las fuerzas del antiguo régimen y al no emprender una reforma estructural para lograr el nacimiento de nuevas instituciones que ayudarían apuntalar la Democracia; especialmente hemos avanzado poco en transparencia. Creo que Fox cometió la gran irresponsabilidad de asumir en los hechos, que sacar al PRI de los Pinos sería suficiente; está demostrado que nunca fue así. También se dice que con Calderón realmente llegó el PAN a los Pinos, pero el ambiente que prevalece en la opinión pública es de desánimo y ya de cierta desesperación, sobre todo por la escalada de violencia en el combate a las fuerzas del narcotráfico, pero también en el hecho de que el Presidente ha asumido dicha estrategia como la central de su Gobierno, dejando de lado (al menos eso se percibe) muchos temas que serían también relevantes para el avance de Nuestro País.
Coincido, que desde una perspectiva fundamentada en lo escrito hasta ahora sobre transiciones, que el regreso pronto del PRI a los Pinos sería un retroceso para México, y no necesariamente porque el PAN haya gobernado mejor en todo, sino porque en cualquier proceso de transición se requiere tiempo para que el nuevo régimen nazca y el anterior desaparezca. Un regreso pronto (vean que pienso que en el mediano o largo plazo puede regresar), del PRI sería un fracaso para la Transición (con Mayúscula) porque frustraría el esfuerzo por cambiar estructuralmente los aspectos más importantes de México y de su joven Democracia. Se reinstauraría el antiguo régimen, aunque “puesto a la moda”(con copete de gel, Gaviota y todo).
Pero algo se le olvidó a Calderón en su discurso: si el PRI regresa a los Pinos, serán el PAN con sus buenos o malos gobiernos estatales y municipales, el Gobierno del Presidente actual y el anterior Gobierno de Fox los principales responsables. Me preocupó mucho ver los comentarios espontáneos en la Web de distintos diarios, al respecto de la nota del discurso de Calderón, quién claramente está perdiendo ante la Sociedad, credibilidad y capacidad para seguir impulsando la Transición. En síntesis, tiene un gran problema de imagen y de capacidad de comunicar lo que se está avanzando; y en muchos casos tampoco se ha avanzado lo que las circunstancias exigen.
Tal vez a Felipe pueda empezar a cambiar su imagen si tomara en cuenta las palabras de Guardiola: No es lo que se hace, sino cómo se hace.
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