miércoles, 30 de marzo de 2011

De Puebla a Huehuetlán

Tener la Razón
Por Herberto Rodríguez

Aproveché este fin de semana para dar un paseo motorizado por la zona sur del Lago de Valsequillo. El recorrido de 130 km consistió en salir de Cholula, recorrer el Periférico, tomar la carretera a Valsequillo, cruzar por encima de la presa, llegar hasta los Ángeles Tetela y de ahí incursionar en los inicios de la Mixteca pasando por el Aguacate y llegando finalmente a Huehuetlán.
El recorrido me trajo agradables recuerdos; acompañé alguna vez a mi Padre, cuando era presidente de la Junta de Mejoras, a hacer un recorrido similar. Tengo muy presente que en el Aguacate disputamos un partido de basquetbol (que por cierto fue bastante rudo), los lugareños defendieron con músculo su territorio a pesar de que nosotros les sacábamos unos centímetros de altura; creo que perdimos y eso nos permitió comer y convivir alegremente con la comunidad el resto de la tarde.
Mientras avanzaba con la moto traté de captar toda la riqueza que la zona tiene, escarpadas sierras, ríos que ayudan a atemperar el calor tropical, impresionante biodiversidad de clima seco y sobre todo que ha tenido poco deterioro por la actividad humana. Por eso creo que Rafael Moreno Valle anunció que la Cordillera del Tenzo será declarada área natural protegida.
Al mismo tiempo encontré en malas condiciones la carretera, la pobreza es evidente, aunque se ve que la gente vive a gusto. Era domingo y los balnearios estaban repletos, había una buena peregrinación en bicicletas y algún tipo de fiesta en el pueblo y en su iglesia, me pareció muy pintoresco. La gente muy amable; comí unas memelas, un taco de buena cecina y un Pascual Boing de tamarindo. Pagué la cuenta y además me cobraron ¡10 pesos por estacionar la moto!
Los poblanos vivimos bien en la Ciudad capital, tenemos todos los servicios y la calidad de vida es más o menos alta. Pero a solo 65 kilómetros encontramos una realidad de nuestro estrado que es contrastante y que hasta antes de que se pensara en el desarrollo de la zona de Valsequillo, Huehuetlán y los pueblos aledaños parecían aislados y detenidos en el pasado.
Hoy los pobladores de la zona sur de la presa tienen una oportunidad que debemos todos ayudar a construir. Si rescatamos Valsequillo, logramos hacer un desarrollo sustentable y planteamos una buena estrategia de desarrollo regional, toda la población será beneficiada
La zona de Valsequillo representa una gran oportunidad para Puebla y para México. Puede convertirse en un proyecto de saneamiento ejemplar que conduzca al progreso y bienestar, que tenga un importante contenido verde pero sobre todo que sea rompedor en su intenso enfoque social.
La especulación, los abusos urbanos, la contaminación industrial ó buscar lucrar políticamente a favor o en contra de un proyecto así, son actitudes que la sociedad debe de rechazar y denunciar.
Tenemos que hacer pronto el ordenamiento territorial, que junto con el proyecto de saneamiento (para el cual ya se tienen los recursos), permita constituir una agencia de desarrollo de la zona que cuide todos los aspectos de manera equilibrada para que el proyecto sea un éxito. El poder de este desarrollo tiene en cierta forma que socializarse y ser muy participativo.
Tomando la frase de un arquitecto visionario, Valsequillo puede ser, si así lo queremos los poblanos, lo más parecido a “La Tierra Prometida”.

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